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Jesús “Bubu” Negrón, Radamés “Juni” Figueroa,
Stefan Benchoam

Inside Joke

Diablo Rosso y Proyectos Ultravioleta
presentan:


Ciudad de Panamá, Panamá

Una confesión:

Ya estamos cansados de que nos digan que “eso del arte contemporáneo es como una larga serie de chistes entre un grupito pequeño de amigos”.

Una revelación:

En efecto, el arte contemporáneo a veces es muy serio y a veces es un chiste.

Una recomendación:

En vez de quejarte, relájate un poco, únete al recital de chistes y cuenta el tuyo.  

Seis ejemplos:

1. Al darse cuenta de toda la pintura que se derramaba en el piso de su estudio mientras pintaba, Federico Herrero los cubrió con linóleo blanco para protegerlo. Pronto notó que los residuos de pintura que caían sobre el mismo, al azar, eran igual de interesantes que los que colocaba en sus lienzos intencionadamente. ¿Qué hizo? Recortó el linóleo del suelo y lo presentó como obra en la siguiente muestra en que lo invitaron a participar.

2. Tras recibir la invitación de Pablo León de la Barra y Radamés “Juni” Figueroa a participar en la 1era Gran Bienal Tropical, Jesús ‘Bubu’ Negrón se fue a la Playa de Piñones en busca de inspiración. Mientras tomaba el sol, se le atravesaron unos vendedores ambulantes que ofertaban unas máscaras artesanales hechas de cocos secos. Sin pensarlo dos veces, compró unas máscaras y las instaló en alto, entre los cocos de las palmas de la misma playa donde se realizó la 1era Gran Bienal Tropical, y con ese gesto se vio ganador de la Piña de Oro- otorgada a la mejor obra de dicha Bienal.

3. Proyectos Ultravioleta invita a Jonathan Harker a realizar una obra para una exposición que explora la relación entre el Reino Unido y Latinoamérica, a realizarse en una galería comercial Londres. Esa misma semana, mientras va cambiando de canales en el televisor, Harker se topa con la transmisión de James Bond: Quantum of Solace. En ese momento tiene una epifanía: en vez de crear una obra desde cero para la exposición, decide hacer una re-edición de la cinta de Hollywood en la que muestra únicamente las escenas rodadas en el Grand Andean Hotel de Bolivia (en realidad, el Instituto Nacional de Cultura en Panamá) en donde los protagonistas de la película son recibidos amablemente por el recepcionista del hotel, que en realidad es Emiliano Valdés, uno de los miembros de Proyectos Ultravioleta.

4. Luego de mudarse a un departamento nuevo, Radamés “Juni” Figueroa vio la necesidad de ambientarlo. Quería llenarlo de plantas pero no tenía tiestos para colocarlas. Un dia, mientras caminaba a su nuevo hogar, se topó con un par de zapatos usados que pronto convirtió en maceteros. Poco después, llenó su casa con todo tipo de plantas en todo tipo de tiestos, desde zapatos hasta pelotas desinfladas de futbol. Meses después, lo invitaron a participar en una muestra colectiva y alás, surgió el ready-made tropical.

5. Caminando por las calles de Medellín, Stefan Benchoam y Byron Mármol se toparon con un parque muy lindo repleto de esculturas muy feas de Fernando Botero. Notando las similitudes corporales de Mármol y las esculturas monumentales de Botero, Benchoam le convenció a que se dejara retratar con una de ellas. Entrado en calor, Mármol se quitó la camisa,  se trepó sobre una mujer recostada y posó para la cámara de Benchoam. Subieron la foto a facebook y pronto se volvió una sensación viral. Seis meses después, los invitaron a participar en ZONAMACO (la feria de arte contemporáneo en México) y presentaron la foto como “arte” por primera vez. La foto de Mármol sobre la escultura de Botero fue una de las piezas más habladas de la feria.

6. Por mucho tiempo, la mascota de Yoshua Okón era un perro mexicano azteca de raza “Xoloitzcuintle”. Un día, tuvo la idea de retratar a su perro a la par de una perra de raza “French Poodle Toy”, para contrastar sus diferencias. Ubicó a una señora muy fresa, con una perrita que era igual de fresa que ella, y la convenció a que se la prestara por unas horas para realizar una sesión de fotos. Fue por la perrita, la llevó a su estudió, y mientras se ambientaban ambos perros, salió de la habitación para atender una llamada telefónica. Cuando volvió, se sorprendió al encontrar a su perro Xoloitzcuintle  encaramado sobre la French Poodle. Sin titubear un instante, Okón alcanzó una cámara de video digital y grabó un pequeño video de esa escena tan inverosímil, que pronto se convertiría en una de las obras más icónicas del inicio de su carrera.

Moraleja moraleja:

O te sigues quejando y te la pasas mal, o te unes a la conversación y aportas tus ideas… y claro está que lo ideal sería que sigas el ejemplo de John Baldessari y evites hacer arte aburrido.

Otras exhibiciones por estos artistas en Proyectos Ultravioleta: